miércoles, 29 de febrero de 2012

SUSAN EGAN


DE BROADWAY A BUENOS AIRES

Susan Egan, una de las primeras damas de Nueva York, vendrá en mayo


Por Pablo Gorlero

Se hizo famosa en el mundo teatral de los Estados Unidos al haber sido elegida para protagonizar La Bella y la Bestia , cuando esta comedia musical de Disney se estrenó en el Palace Theatre, en 1994. Es decir, fue nada menos que la "Bella" original. De inmediato se convirtió en una de las figuras favoritas de Broadway. A ese trabajo, por el que obtuvo nominaciones a los Tony y a los Drama Desk, le siguieron otros protagónicos en El triunfo del amor y State Fair , y los principales papeles de los musicales Cabaret y Thoroughly Modern Millie .

¿Por qué esta introducción? Muy pronto esta primera dama de Broadway llegará por primera vez a la Argentina para ofrecer el show The Belle of Broadway in Buenos Aires , de la mano del actor y productor argentino Juan Chemes. Egan ofrecerá su show el 1° de mayo en el teatro Astral y, además, ese mismo día por la tarde brindará una masterclass, en la que contará su experiencia en Broadway y explicará pormenores de la forma de trabajo de los principales directores de esa urbe teatral.

El show será un bocca to di cardinale para cualquier amante del género musical ya que estará integrado por canciones de las comedias musicales en las que trabajó. Compositores y autores como Cole Porter, George e Ira Gershwin, Alan Menken, Richard Rodgers, Roger Hart, Oscar Hammerstein II, John Kander, Fred Ebb, Jerry Herman, Stephen Schwartz, Charles Strouse, Lee Adams, Claude-Michel Schönberg, Alan Boublil, Lynn Ahrens y Stephen Flaherty son sólo algunos de los que forman parte del repertorio que Egan presentará para los argentinos.

Otros fanáticos que estarán de parabienes en este recital son aquellos amantes del mundo Disney ya que la intérprete hará temas de algunas de las películas de este sello. Es que fue la voz de Meg, en la película Hércules y también de Angel, en La dama y el vagabundo II .

Egan fue la Sally Bowles de mayor permanencia en la versión de Cabaret , de Broadway, y a nivel regional, también protagonizó junto a Carol Burnett, el musical Putting It Together , de Stephen Sondheim; y junto a Tommy Tune, participó de la gira nacional del clásico Bye, Bye, Birdie . A su vez, participó en más de 40 discos de musicales de Broadway, además de bandas sonoras de películas y seis CD como solista: All That and More, So Far, Winter Tracks, CoffeeHouse, Susan Egan Live y The Secret of Happiness .

De todos modos, Egan también es conocida popularmente por su trabajo en las dos temporadas de la serie Nikki , del canal Warner; además de haber integrado los elencos de films como 13 Going on 30, Gotta Kick It Up y muchas películas independientes que se presentaron en el Festival de Cine de Seattle, el Festival de Cine de Sarasota, Slamdance, el Festival de Comedia de HBO, entre muchos otros.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Nacha Guevara



EL SECRETO MEJOR GUARDADO

Luego de un año difícil, la actriz encara una propuesta teatral muy personal, en la que revela ¿Cómo hace esta mujer?

(Entrevista publicada en La Nación, el 3 de enero de 2012.)

Por Pablo Gorlero


MAR DEL PLATA.- En pleno siglo XXI, algunas revistas hablan de "violación" como si fuera un placer femenino y una hazaña masculina. Enerva. Lejos de esa consigna de "mujer: carne en venta", anoche, Nacha Guevara irrumpió con un unipersonal que pretende reivindicar al género femenino. Esta propuesta diferente y difícil de clasificar que se acaba de estrenar en el Provincial responde a un título que se refiere a esa pregunta que muchos se hacen al ver a esta gran figura de la escena argentina: ¿Cómo hace esta mujer?

"No sé qué es. No se parece en nada a lo que he hecho", confiesa Nacha, en su casa de Los Troncos, envuelta de naturaleza. Ese lugar le ha permitido distenderse, preparar su nueva propuesta sin contaminación ambiental, con la posibilidad de abrazar este 2012 con las lágrimas ya secas de un 2011 que le dejó sabores agrios (murió su asistente de siempre y amigo, Roberto Infantino, y le tocó encarnar un papel muy difícil).

"Esto es lo más personal que he hecho en mi carrera. No interpreto a ningún personaje, sino que estoy ahí, en el escenario, como persona. Nadie podría hacer de mí, por lo menos, por ahora? Es muy difícil porque los actores estamos para hacer cosas que no nos atreveríamos a hacer jamás, ya que estamos protegidos por el personaje, eso te da impunidad -explica-. Cuando corrés esa máscara, quedás mucho más desnudo, expuesto, pero es lo que quiero hacer en este momento. He interpretado a tantas mujeres, tan diferentes una de otras, conozco mucho cómo funciona el alma de la mujer. Pero he hecho Eva y Tita muy seguido, y son personajes tremendos. De algún modo, me afectaron. Entonces tuve la necesidad de hacer algo que no tuviera ese compromiso emocional de estas mujeres. Y seguramente tenía la necesidad de mostrar a la persona detrás del personaje."


Nacha Guevara, en Tita (derecha) y en Eva (izquierda)

Todo surgió a partir de una charla con el productor Javier Faroni. El último tercio del musical Tita hacía sufrir mucho a la actriz cada noche, así que decidió hacer esta experiencia más personal, en la que contará sus secretos en un living, con un ventanal en el que habrá proyecciones y en el que cantará cinco canciones vinculadas a los temas que irá contando.

-¿De qué vas a hablar?

-Hay temas principales que lo sostienen. Uno es la relación con el mundo interior, la atracción que ejerce sobre nosotros el afuera y el bombardeo constante de información, de modelos de belleza, de bienestar, de cómo vivir, que te hace desconectar totalmente de quién sos en realidad. La relación que se entabla con el mundo interior es la más importante de la vida, porque determina cómo te relacionás con todo lo demás y es la única que vas a tener siempre. Después, la importancia de ser feliz, como el hecho primordial de la vida y el propósito de la existencia. Y otra cosa muy importante: cómo cambiar esas creencias que nos limitan y nos condicionan, como si fuera una prisión. También tiene cosas divertidas, como anécdotas de la relación de las mujeres con el pelo o la cantidad de cosas que tenemos que hacer para mantener esta carrocería. Además de las cirugías, por supuesto. Seguramente, vendrá la pregunta del millón: ¿cuántas cirugías me hice? Luego hablaremos de los sueños. No hay nada de lo que estamos viendo aquí que no nazca de un deseo. Cómo aprender a confiar en eso, a confiar que somos cocreadores con el universo de lo que está pasando. Una gotita del océano contiene dentro de sí misma todas las propiedades del océano entero. Es asombroso.

-¿Estás preparada para las preguntas que te pueda hacer el público?

-Está programado que el principio de la segunda parte sean solamente preguntas. Eso va a ser muy interesante porque ahí es donde aparecen muchas cosas nuevas. Es como tirar semillas o como abrir ventanas. Porque no soy quién como para decirle a nadie cómo vivir su vida. No creo en ninguna disciplina, ni religión, ni secta, ni escuela filosófica que te diga cómo tenés que vivir tu vida. Es algo que cada uno tiene que descubrir solo. Esto tiene cosas autobiográficas, sobre todo de mi infancia, porque esa etapa de la vida determina muchas cosas. Cómo elijas vivir lo que te tocó vivir en la infancia es lo que te hace quién sos, no lo que te pasó.

-La gente, casi en forma permanente, tiene mucha curiosidad en vos. Sobre todo con el tema de la edad.

-¡Sí, muchísimo!

-¿Por eso revelaste tu edad en el programa de Susana Giménez?

-Sí, claro. Hay una obsesión con la edad. Acá de entrada lo aclaro, así se puede seguir con otras cosas.

-¿Te molestaba esa obsesión?

-Cuando sólo se ponía el acento en eso sí. Porque uno es mucho más que su edad. Y hay una edad cronológica, una edad biológica, una edad mental y una edad emocional. Un promedio de todas te dará lo que sos. Pero claro ningún cirujano va a hacer el milagro de darte una mente de pensamientos jóvenes. Ese es tu trabajo.

-¿Y vos cuándo empezaste con ese trabajo?

-Hace 30 años, a los 40, en Puerto Rico. Siempre fui vegetariana y allí no encontraba dónde comer más que pan y queso. Finalmente di con un pequeño restaurante y ahí conocí a mis primeras maestras espirituales. Primero me resistí muchísimo, era cínica, escéptica, muy porteña. Luego fui a una conferencia, de la que también me burlé, aunque algo de eso me rebotó en algún lado. Y tiene que ver con cómo funcionan los hemisferios cerebrales en las personas que hacen silencio y meditan, con respecto a aquellas que no lo hacen. Entran en coherencia, y cuando eso ocurre, hay una sensación de felicidad. Luego de mi gran resistencia, no paré de instruirme. Hice muchos cursos, técnicas avanzadas, medicina metabólica específica para ser tu propio médico, el curso del guerrero espiritual, el de la ley de atracción, el poder de las emociones, las técnicas subliminales, y además me hice instructora de meditación con Deepak Chopra. Soy parte de su team de transformación y su amiga personal.

-¿Qué cosas te enojan mucho?

-Soy muy impaciente con lo cotidiano y muy paciente para el largo propósito. Entonces, lo que me hace enojar es ser impaciente. Me enoja mucho cuando las personas ofrecen resistencia a entregarse a un trabajo, a aprender, al compromiso o a hacer las cosas lo mejor que se puede. Cuando armo un grupo de trabajo para cumplir con un objetivo, con un sueño y encuentro resistencia, me enfurece.

-A veces, te tienen un miedo bárbaro los que van a trabajar con vos.

-Es problema de ellos, no mío. Todo lo que yo sienta es mi responsabilidad, no es el otro, sino yo, es mi propia batalla.

-¿Qué balance hacés de Tita ?

-Fui muy feliz cuando la terminé de hacer. Fue una energía difícil de llegar. Pasaron muchas cosas tristes, personales, esta temporada. Todo eso junto, con ese personaje se me hizo muy difícil. Cuando terminé, me sentí muy liberada, aliviada. Tita tiene una energía muy densa, y a lo mejor no quería que la tocáramos. Eso no lo podemos saber. Y Tita no es Eva, que tuvo una vida meteórica, única como Cleopatra, que le da al actor una distancia. A Tita le pasaron cosas que les pasan a los humanos. Era mucho más cercana. Eso me afectó. Pero le estoy a agradecida porque tenía que llegar ahí para darme cuenta de que quería hacer algo diferente. El problema de Tita es que nunca fue feliz. A partir de eso, valoricé mucho la importancia del ser feliz. Yo no quiero ser así, no quiero sufrir todo el tiempo. Quiero hacer algo que me haga feliz en el escenario.

UN CICLO DE TV QUE LA MARCO

"El programa Me gusta ser mujer, de algún modo, fue la semilla de todo. Hace 18 años de esto y se hizo muy temprano, por eso fue muy vapuleado. Si hay cielo y me dejan entrar va a ser por ese programa. Durante tres años, salvamos muchas vidas de los tres reinos: humano, vegetal y animal. Se plantaron miles de árboles, se salvaron miles de animales y hubo niños que estaban destinados a no nacer y nacieron. No porque yo recomendara no hacer un aborto, sino por lo que el programa provocaba."

"LA POLÍTICA NO ES MI LUGAR"

Hace dos años, Nacha Guevara renunció antes de asumir al cargo de diputada nacional por el Frente para la Victoria, por el que fue electa. "Uh? No es para mí, no yo soy para la política", exclama ante ese recuerdo.

-¿Qué te hizo renunciar?

-Unas cuantas cosas. Primero ver que mis proyectos no iban a ser posibles porque a los políticos no les interesaban. En segundo lugar, veinte días antes de mi decisión de renuncia, todavía no tenía un despacho dónde trabajar, porque los despachos se heredan. No es así la vida para mí. Y después, en esa búsqueda de que me dieran un lugarcito para trabajar, fui a ver a Patricia Vaca Narvaja, que me dijo una frase que sería determinante: "Este no es un lugar para librepensadores". Y yo le dije que los librepensadores también tienen que estar representados. "Sí, pero éste no es el lugar", me respondió. Y yo me levanté y me fui. "Esto no va a poder ser", dije. La suma de esas tres cosas me hizo tomar la decisión. Entonces, fui y les dije que ellos no necesitan a una persona como yo, y mucho menos en ese Congreso que tenían. Ellos necesitan guerreros y esa guerra no me interesa.

-Estabas en el lugar incorrecto?

-Sí. Los personajes, a veces, te hacen actuar en la vida. Yo venía de hacer el musical Eva y cuando el trabajo del actor es verdadero es muy delicado. El actor trabaja en lugares muy sutiles de la emoción y de la conciencia, y esas energías te hacen actuar. Algo en Eva se me coló, que me hizo pensar que yo podría hacer cosas en el terreno político. Pero estoy muy contenta de cómo lo manejé y de cómo no negocié cosas que no me interesa negociar: la libertad.

-¿Qué opinás de nuestra Presidenta?

-Está en el lugar que tiene que estar, bancada por el 54 por ciento. Me preocupa una cosa: el poder, porque es la prueba más grande, más compleja y más difícil de un ser humano. Les tengo miedo al entorno, a los aduladores. Yo detesto a los aduladores porque te hacen perder mucho terreno, mucha realidad. Ella es una mujer muy capaz, inteligente y trabajadora. Ha demostrado ser muy fuerte en todas estas cosas que le han pasado y que le están pasando. Yo le diría con todo cariño y respeto: «Tené cuidado de los aduladores porque lo arruinan todo». Viene de un etapa con muchos acontecimientos fuertes, conmovedores, que a lo mejor a una persona le pasan en diez años de vida. A ella le pasaron en uno solo. Entonces hay que estar ahí y hay que ser el presidente de la Argentina, que no es cualquier país.

-¿Hablaste con ella cuando renunciaste a tu banca?

-Sí, claro. Le dije que no sirvo para esto y lo entendió perfectamente. Tuvimos una conversación muy privada y nos despedimos con un gran abrazo. Tengo muy buena relación con ella y mucho afecto. Yo nomás pasé por los pasillitos de más abajo y no lo pude aguantar, así que hay que estar ahí adonde está ella. Es muy fuerte..


Nacha, en el estreno de Eva, con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Karina Rabollini, el gobernador Daniel Scioli y Alberto Favero

Mariano Chiesa




Mariano Chiesa

El muchacho que persigue sueños

Por Pablo Gorlero



Una obra con marionetas tipo Muppets y actores interactuando con ellas, bailando y cantando en una suerte de parodia de Plaza Sésamo resultaba tan raro como curioso. Los avisos publicitarios decían: "Se advierte que hay muñecos completamente desnudos". Era el espíritu de Avenida Q, el musical de Broadway que concibieron Robert López y Jeff Marx, una de las obras más geniales que ha dado el género musical en el último tiempo. Es la que le arrancó el Tony de las manos a la ampulosa Wicked, y es la que en la Argentina arrasó con los Premios Hugo al Teatro Musical -incluido el de Oro-. ¿Qué la hace especial? Es la antítesis de lo políticamente correcto. Sus personajes son un grupo de "perdedores" que viven en un callejón administrado por Gary Coleman (sí, el de Blanco y negro), que hablan de las relaciones de pareja, el racismo, el sexo y la sociedad, todo bajo una mirada irónica, irreverente y ácida. Se estrenó el 11 de septiembre de 2010 en el Paseo La Plaza y estuvo en cartel durante tres meses. Todos los que la vieron consideran que fue una corta e injusta vida para un montaje tan impecable. Durante todo el año, sus hacedores hicieron infructuosos intentos por reestrenarla, pero no pudieron. Aunque por sólo tres funciones, para celebrar la repercusión y los premios, se repuso el 22 de noviembre último en el escenario del Maipo. ¿Tal vez para retornar en 2012? Difícil. De todos modos, fue una linda despedida.

Pero aunque la obra tiene dos directores jovencísimos y talentosos: Natalia del Castillo y Santiago "Tato" Fernández, y uno de los mejores elencos armados para un musical (Germán Tripel, Natalia Volonnino, Federico Salles, Silvana Tomé, Manuel Victoria, Patricia Lorca, Micaela Pierani Méndez, Pablo Gandolfo, Guillermina Gesualdi y Sonia Savinell), tiene un artífice, un pilar, y su nombre es Mariano Chiesa: el gestor de un sueño.

Retrocedamos a septiembre de 2010. "¿Quién es?", preguntaban todos. "Parece que es el que compró los derechos", respondía alguien. Entonces las miradas se volvían antipáticas, prejuiciosas. ¿Un tipo se compró los derechos de una obra para protagonizarla él mismo? "Qué descarado." Podía ser verdad. Pero todos, los prejuiciosos y los demás, quedaron boquiabiertos con la actuación de ese "descarado" locutor que se compró los derechos de Avenida Q por gusto, por amor, para protagonizarla. Mariano Chiesa sorprendió y les demostró a todos que estaba a las alturas de un gran musical, con la virtud de poder interpretar distintas voces y de manipular marionetas mientras actuaba y cantaba. Fue la gran revelación del año. Así lo dispuso ACE cuando le dio ese premio. Y así lo creyeron los jurados de los Premios Hugo, que lo consideraron el mejor actor protagónico. Además, Chiesa cargó sobre sus hombros la producción del espectáculo, en el que invirtió mucho dinero. "Me da escalofríos recordar cuánto", dice.

¿Quién es este muchacho de 30 años? El actor es consecuencia del locutor. Se recibió en el ISER a los 21 años y hoy en día es uno de los locutores más solicitados por el mundo de la publicidad. Conversar con él es como charlar con muchas personas porque imita, cambia tonos con suma facilidad y se divierte con eso. Imita perfectamente a China Zorrilla y es la voz oficial de grandes marcas no sólo para la Argentina, sino también para América latina (sus trabajos están en una página artesanalmente construida: www.marianochiesa.com). Puede ser el mosquito que escapa del insecticida, la voz emotiva de una famosa cerveza o la de una galletita que hace stand-up. A su vez, hizo las voces de innumerables personajes animados y trabajó en radio más de dos años al lado de Elizabeth Vernaci, y tres años y medio, al lado de Fernando Peña. Hasta hace poco fue el conductor del ciclo Es muy temprano, que se emitía diariamente, de 6 a 9, en la radio TKM (FM 103.7).

Por amor y perseverancia

"Me enamoré de Avenida Q la primera vez que la vi. Un amigo, Javier Pironi, me llenó la cabeza con esa obra y logró obsesionarme. Es fantástica y supe que era el vehículo que necesitaba para salir de la voz detrás de cámaras", explica. Así fue cómo, en una tarea nada fácil, logró conseguir los derechos en sociedad con quienes serían los directores: Natalia del Castillo y Santiago Fernández. Para los tres era una buena oportunidad de introducirse de cabeza en el teatro y en el género musical, por la puerta grande. "Nos dimos el gusto. Y tenemos una felicidad enorme. Me gusta seguir avanzando en cosas nuevas y no quedarme sólo con la locución comercial. Internamente estaba empecinado en demostrarle a mucha gente que me había cerrado la puerta como actor que realmente podía hacerlo. Y no elegí un trabajo fácil. Para hacer Avenida Q, tenés que ser buen comediante, cantar muy bien, bailar y, encima, manipular un muñeco y lograr que vos y ese personaje sean una unidad", dice con pasión.

Cuando en mayo el elenco de Avenida Q hizo una aparición esporádica en el evento al aire libre Premios Hugo en Calle Corrientes, las 5000 personas allí presentes clamaron por su regreso. Y eso pudo palparse aún más con el correr de los meses, a través de las redes sociales. Las irreverentes canciones se reproducían en forma permanente por YouTube, y hasta se armaron cuentas que decían "Quiero que vuelva Avenida Q". "La gente me obligó a volver. El público seguidor, los fanáticos y también los que no la vieron y recibían las recomendaciones. No podíamos dejar pasar la oportunidad. No era justo ni para nosotros ni para la obra. Luego, los premios nos dieron el impulso final", dice Chiesa, quien además de los mencionados, estuvo nominado al Trinidad Guevara y al Florencio Sánchez.

Mientras tanto, mezcló los ensayos del retorno de Avenida Q con los de Casi normales, musical que se estrenó el 3 de enero en el Liceo. Un nuevo desafío para Chiesa, quien interpreta un doble papel. "Encarno a los doctores Fine y Madden, los psiquiatras que acompañan al personaje de Laura Conforte en su problema de bipolaridad y alucinaciones. Es una obra muy comprometida y me tentó esto de que me vean en otra veta que no es la cómica. Es un desafío muy grande y una oportunidad más para mostrarme al lado de un elenco tremendamente talentoso. Es reconfortante trabajar con ellos", concluye. Ahora ya se conoce la cara detrás de cientos de voces, de ese tipo que cree en los sueños y no para hasta hacerlos realidad.

CHIESA, EN LA TV PARA CHICOS


Actualmente, Discovery Kids emite el programa de entretenimientos Veloz Mente, que conduce Chiesa, de lunes a viernes, a las 11.30. "Es difícil hacer un programa para chicos chiquitos. Pero tuvo una aceptación inmediata. Es un ciclo inteligente y divertido y se emite en toda América latina. Me interesa seguir creciendo tanto en el mundo de la actuación como en el de la conducción."

LA AVENIDA MÁS GRACIOSA DEL MUNDO

(CRÍTICA PUBLICADA EN LA NACIÓN, EL 15 DE SEPTIEMBRE DE 2010)



Avenida Q . Libro: Jeff Whitty. Música y letras: Robert López y Jeff Marx. Intérpretes: Mariano Chiesa, Melania Lenoir, Federico Salles, Germán Tripel, Silvana Tomé, Manuel Victoria, Patricia Lorca, Pablo Gandolfo, Guillermina Gesualdi, Micaela Pierani Méndez y Sonia Savinell. Escenografía y multimedia: Santiago Tato Fernández. Luces: Gaspar Potocnik y Juan Monserrat. Dirección vocal; Katie Viqueira. Vestuario: Alejandra Robotti. Dirección títeres: Rosa Leo y Jorge Crapanzano. Dirección actoral: Omar Chino Kühn. Dirección musical: Federico Vilas. Coreografía: Alejandro Lavallén. Dirección general: Natalia del Castillo y Santiago Tato Fernández. En el Paseo La Plaza. Duración: 130 minutos.

Lograr una adaptación fiel de una obra estadounidense con numerosos guiños locales, slang y un ritmo humorístico de sitcom televisiva es algo de temer. Sobre todo cuando se trata de un producto artístico de tan exacta factura, como Avenue Q , el musical de Broadway que logró arrebatarle el premio Tony nada menos que al gigante Wicked , en 2004.

¿Cuál era el desafío argentino? Múltiple. Sobre todo porque muchos de sus hacedores son poco conocidos en el ámbito local. Resultado: la versión porteña de Avenida Q es una completa revelación.

La adaptación de Del Castillo, Fernández y Morales es mejor de lo que podría suponerse. Obviamente, en un típico lunfardo porteño, fueron absolutamente fieles al original, sólo con algunos mínimos cambios muy localistas muy bien sustituidos. Antes que nada hay que aclarar que, aunque se vean "muppets" adorables en las fotos, no es una obra para chicos. En la avenida Q (especie de cortada con tres edificios) vive un grupo de seres a quienes la suerte no se les escapa, sino que ni siquiera se aparece por sus puertas. Pero son optimistas, alegres y se ríen de sus propios defectos y de su infortunio. Losers se diría. Allí encontraremos a un flamante licenciado en letras que no sabe qué hacer con su diploma; una monstruita peluda que sufre de desamor; un gay ultraconservador que no se atreve a salir del ropero, y un comediante frustrado, entre otros personajes que pueden habitar en cualquier ciudad del mundo.

Avenida Q es una invitación a la risa desde el momento en que comienza hasta el final. Entre pegadizas canciones, con gags y oscurísimo humor negro, demuestra que las causas del fracaso de estas criaturas no sólo son la sociedad, el entorno y el capitalismo, sino también el egoísmo, la individualidad y la competencia. Estos personajes son todo lo opuesto a lo políticamente correcto. El hilarante libro de Jeff Whitty está confeccionado a partir de la ironía y el sarcasmo, con personajes cínicos, inimputables, pero tremendamente divertidos. Desde una fantasía que remite a la televisión infantil clásica reflejan la rudeza de lo cotidiano y contienen una entrelínea tan crítica como potente. Todos los personajes, blancos, negros, orientales, judíos y monstruos, dirán que "todos somos un poquito racistas"; blanquearán la envidia, el sabor de lo incorrecto y hasta el sexo en todas sus variantes.

Natalia del Castillo y Santiago Tato Fernández -con el aporte de Omar Chino Kühn en la dirección de actores- son otra fantástica sorpresa a través de su puesta en escena. Revelan un conocimiento minucioso de la pieza original. Seguramente serán unos enamorados de ella, porque se ve eso: mucho amor en el montaje. No sólo la respetaron sino que la revitalizaron, la enriquecieron.

Todos los intérpretes realizan trabajos excelentes (ni uno solo desentona), y aquellos que manipulan marionetas se muestran como una prolongación de esos muñecos. Ellos no descuidan la manipulación ni siquiera al cantar o al bailar, hasta componiendo más de un personaje. Esos muñecos hasta respiran con ellos. Germán Tripel ya se mueve en el musical como en su casa; Melania Lenoir se afianza como una de las mejores intérpretes del género; al igual que Federico Salles y Patricia Lorca, versátiles como pocos. Pero las revelaciones son los talentosísimos Mariano Chiesa (en dos personajes centrales) y Silvana Tomé, como Chau Fan, ambos impecables. Por su parte, Manuel Victoria, es simpatiquísimo como Gary Coleman.

Hay un riesgo grande. Lo satírico de la obra puede prestarse al desborde. Los actores por momentos están al límite de la improvisación y el morcilleo. Eso puede hacer ganar en risa, pero resta excelencia. A su vez, no es nada feliz la alusión a Pepe Cibrián, en mucha medida causante del boom del género.

lunes, 20 de febrero de 2012

Chespirito


Fotos: Gentileza BIO

Biografía de Roberto Gómez Bolaños, por la señal BIO

Por Pablo Gorlero

Mucho tiempo atrás fueron Los tres chiflados los encargados de mantener el rating cuando se levantaba algún programa de televisión. Luego, y hasta ahora, los que siempre salvan los promedios son Los Simpsons y El Chavo. Este último, creación de Roberto Gómez Bolaños o Chespirito, el cómico mexicano que les dio (y les da) tantas alegrías a tantas generaciones de latinoamericanos durante cuatro décadas ininterrumpidas en el aire. El Chavo, El Chapulín Colorado, El Profesor Chapatín, Chómpiras o Chaparrón Bonaparte son sólo algunos de sus recordados y adorados personajes. Hoy, a las 21, la señal de TV paga BIO pondrá en el aire su biografía, en un programa de casi una hora en el que desfilan entrevistas a sus hijos, su ex esposa, su actual esposa (Florinda Meza), amigos, escritores, actores mexicanos y dos de sus compañeros de elenco: Edgar Vivar y Rubén Aguirre.

“Mi característica principal fue el miedo. Siempre desde niño me daba miedo. Recuerdo que de jovencillo me daba miedo asomarme debajo de la cama porque pensaba que había un diablo o algo así; y de mayor, era peor. Por eso fui peleonero, por miedo”, confiesa en primera persona Gómez Bolaños, además de revelar muchos aspectos de su personalidad.

En este completo programa, rico en fotografías y documentos personales del actor, uno puede enterarse que fue hijo de un prestigioso dibujante que murió muy joven, que fue criado con muchísimo esfuerzo por su madre viuda y que fue un talentoso deportista en sus años jóvenes. Llegó a ser futbolista y boxeador amateur. Se casó joven con Graciela Fernández, con quien tuvo seis hijos muy seguidos, de quienes tomó muchas frases y aspectos de las personalidades de sus criaturas.

Luego de convertirse de la noche a la mañana en un virtuoso creativo publicitario, en los años 50, fue contratado por una cadena televisiva para escribir los guiones del famoso dúo mexicano Viruta y Capulina, tanto para sus programas como para sus películas. Hasta que, de a poco, debido a su histrionismo, comenzó a hacer participaciones como actor en esos programas cómicos. Así transcurrieron esos años 60 de siembra en su vida. Creó un famoso sketch llamado “Los supergenios de la mesa cuadrada”, en el programa Sábados de la fortuna, que de inmediato se escindió para convertirse en su primer programa propio: el 14 de octubre de 1970, protagonizado, dirigido y escrito por él. Allí trabajaban también Rubén Aguirre, Ramón Valdez y María Antonieta de las Nieves, que luego trabajarían en sus grandes éxitos.

En ese ciclo, que duró tres años (1970-73) nacieron sus dos grandes personajes: ese antihéroe que es El Chapulín Colorado, y el niño de la calle El Chavo del Ocho. El primero tuvo su propio programa entre 1972 y 1979; el segundo, entre 1972 y 1992. Sobre todo, en el Chavo, Chespirito se retroalimentaba de su genial grupo de actores. El se divertía no sólo escribiendo para sí mismo sino para los demás personajes. Especialmente para Ramón Valdez ya que su Don Ramón le divertía muchísimo.

Asimismo, el programa repasa los años de furor, pero también un período de pequeño declive (en los años 90), que sólo duró poco tiempo ya que con el nuevo siglo, El Chavo y el Chapulín Colorado parecen resurgir y aferrarse a la inmortalidad.

Hay que aclarar que es una biografía autorizada, con muchos testimonios de Gómez Bolaños en primera persona. Por lo tanto, debe tomarse como un interesante repaso por su vida, al que le faltan algunos aspectos algo más controversiales de su carrera. Se habla de las dos veces que llenó el estadio de fútbol de Santiago de Chile, pero no de la polémica que causó esa presentación durante el gobierno de Pinochet entre el medio artístico continental. Tampoco de su participación política de los últimos años revelando su postura antiabortista y su ideología conservadora y antiizquierdista, ni de los pormenores de sus conflictos con sus compañeros Carlos Villagrán (Quico), Ramón Valdez y María Antonieta de las Nieves (Chilindrina).

Pero son detalles, “fue sin querer queriendo”. El documental realizado por BIO es de colección y conmueve a todos aquellos que hoy en día tienen guardadas en su memoria cada una de las frases célebres de sus personajes.