jueves, 4 de febrero de 2010

CONCHA DEL RÍO





El personaje encarnado en el alma de Noralih Gago es un fenómeno del teatro off y ya tiene miles de fanáticos

Por Pablo Gorlero


Desde hace ocho años, un personaje llamado Concha del Río le devolvió al "under" porteño algo de aquel exquisito sabor que supo tener en los años 80. Para ver el cabaret que encabeza hay que sacar entradas con varios días de anticipación y para ser admirador suyo por Facebook hay que ponerse en la fila, detrás de 5000 personas. El alma de esta diva, salida del túnel del tiempo, es Noralih Gago, actriz de sólida trayectoria tanto en el teatro alternativo, como en el comercial y en la televisión.
Su alter ego, Concha del Río, "regresó al país" para volver al escenario, a "conducir" un espectáculo que ya es un ícono del circuito "under": el Anfitrión Cabaret. Allí, ya sea alrededor de mesas, con comidas y bebidas, o en sillas, desde la platea, una sucesión de desopilantes personajes entran y salen, presentados por ella.

Un juego de ficción
Llegar al encuentro de Concha del Río no es fácil. Hay que adentrarse en lo más profundo del barrio de Constitución, en un hotel que combina azulejos floreados con flexiplast y un cartel que dice "welcome" en letras de brillantina. Allí, en su "suite" de cuatro por cuatro, espera esta amable diva de los años 40, con sus uñas larguísimas, su infaltable boquilla, sus pieles y un turbante de plumas tan alto como para sacarle las pelusas al techo. Saluda ofreciendo su mejilla, con su particular risa contenida ("Ha, ha, ha").
-¿Por qué me citaste acá?
-Ya sabes... Se me complica bastante salir en Buenos Aires. Fíjate que te habrá costado entrar... hay muchos fans agolpados afuera. Yo he dado tu nombre para que te dejen entrar.
-Me costó entrar en esta zona del barrio...
-Es un barrio precioso, ¿ah? Qué bello está Buenos Aires. Aquí en este hotel, todos los días, como te habrás fijado, hay mucha cantidad de gente de prensa y de público, esperando para que salga.
-¿Para pedirte un autógrafo o para afanarte?
-Ya… Creo que es para pedirme un autógrafo. Me han faltado las joyas aquí, en el hotel. Mis anillos, pero ya han aparecido. Creo que ha sido una distracción de la mucama. Pero no quiero hablar mal de nadie.
-Volvés siempre a la Argentina como si fuera tu casa...
-Ya sabes... es prácticamente mi casa. El público argentino es el mejor que he tenido.
-Te digo una cosa, Concha, mucha gente no sabe de dónde sos.
-Es que soy del mundo. A él le pertenezco. Ya sabes, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, es mi casa. Bueno, he estado también en Europa bastante tiempo trabajando. Ahora acabo de llegar de Ciudad de México, donde estuve haciendo un poco mi "chow", y otro poco de ronda con mi gran amiga Chabela Vargas, que no me deja dormir cada vez que llego. Otra amiga mía mexicana está aquí en la Argentina, la Vero Castro. Ya nos vamos a juntar.
-Supongo que ellas deben sentir mucha admiración por vos...
-Nos admiramos mutuamente. ¿Sabes qué? No concibo ningún tipo de relación sin admiración. Creo que por eso la gente me ama.
-Por ahí escuché que no sos sólo referente de artistas, sino de divas...
-Ya... Eso lo dices tú. ¿Referente de divas? Puede ser... Ya somos todas amigas. Nos conocemos tanto, hemos trabajado juntas con varias de ellas. Con la Vero hemos hecho una película que todavía no llegó a la Argentina: Cerdas gemelas. Con Susana, una gran diva argentina, no hemos trabajado juntas, pero sí somos amigas. Cuando me toca pasar aquí las fiestas de fin de año, lo pasamos juntas. También soy un poco amiga de Moria, y de otras artistas que no sé si son divas, pero son grandes: Cecilia Roth, Florencia Peña, Amelia Bence, Susana Torales, Elena Sedova...
-Tenés amigos de todas las edades. Ese es uno de los grandes misterios del mundo del espectáculo: ¿Cuál será la edad de Concha del Río?
-Ya... Creo que sí, es uno de los grandes misterios. Ni yo misma lo sé. Ha, ha, ha... He comenzado a trabajar desde la década del 40, pero ya ves hoy qué bien estoy.
-Bueno, pero empezaste de muy chica, seguramente.
-Era pequeña, sí, ya... Recuerdo a la gran diva mexicana María Félix, con quien hicimos muchas películas y fue muy amiga mía. Ella ya nos abandonó.
-¿Empezaste como Gogó Andreu, haciendo zapateo americano de chiquita?
-Fíjate qué pregunta me haces. Siempre tengo el recuerdo de que la gente esté frente a mí, vivándome, con sólo mi presencia. ¿Sabes, Pablo? He hecho mis comienzos en fotonovelas con galanes. De aquí me ha tocado trabajar con Oscar Casco...
-¿Te decía "Cucuruchito mío"?
-Cucuruchito... Ha, ha, ha... ¿Qué significará eso? Con Jorge Barreiro también he trabajado.
-Perdoname la pregunta indiscreta: ¿siempre vestida?
-Bueno... siempre sugiero. En algún medio gráfico me han tildado de mujer de vida ligera. Sabes que se equivocan. Soy una mujer de vida vertiginosa. Ha, ha, ha.
-¿A qué vuelve Concha este verano?
-He vuelto… Necesito venir a la Argentina como necesito respirar, fíjate Pablo.
-Te trajo el calor.
-Ya... No pensaba que era tanto.
-Pero a pesar del calor te trajiste todas tus plumas...
-Sí, ya... Y también a todas mis mascotas, mis 37 zorros. Allí están mis niños, en la cámara. Tengo mis plumas, inconmodan un poco, está muy caluroso.
-Se te ve transpirando mucho.
-Estoy contenta. Necesito venir a la Argentina como necesito respirar. Necesito al público argentino, como el aire, como el trago, como el humo del cigarrillo.
-Pero no se puede fumar en los teatros.
-Ya sabes, cuando es ficción, sí. Desde los escenarios sí se puede.
-Por eso son caros tus espectáculos, porque hay que tener a tres o cuatro bomberos al pie del escenario.
-Siempre están ahí mis niños, los adoro.
-Hay bomberos hombres y bomberos mujeres.
-Hay de todo... Qué completo es este sitio, Anfitrión Cabaret. Hay bastantes bomberos mujeres.
-¿A qué viniste, Concha?
-Vengo a presentar nuevamente mi "chow", esta vez redoblando la apuesta. Estaba sólo un día a la semana. Ahora pienso trabajar dos veces a la semana. ¿Es mucho, verdad?
-Y... la verdad que sí...
-Ya... Voy a probar. Es que el público lo pide a gritos, se quedan afuera... tengo que hacerlo por ellos. ¿Sabes qué? Me dan ganas de radicarme aquí ya.
-Mirá que buena noticia…
-Y ahora estoy muy cómoda aquí en este hotel precioso.
-¿Cuánto hace que estás haciendo este éxito en Anfitrión?
-He estado entre fines de 2004 hasta fines de 2007 haciendo el 3340 Con humos de Cabaret, de la mano de Juan Parodi y Kichi Gatti, que eran mis socios en ese momento. Allí estuvimos esas tres temporadas largas. Luego ya… Ese conductor que tienen aquí ustedes, que lo quieren aquí tanto… Que acaba de debutar, un gran amigo mío, Marley, me ha llevado con él en su programa de viajes.
-Has vuelto a recorrer el mundo.
-Ya... Claro, le he mostrado sitios que no conocía. Al llegar a Tahití, en la Polinesia francesa, me abandonaron. Creo que ha sido por reducción de presupuesto. Desde allí tuve que emprender nuevamente mi gira mundial. Y desde allí he llegado aquí nuevamente al teatro Anfitrión.
-Sos una diva generosa, compartís el escenario con muchos artistas.
-Sí. Siempre digo que me gusta compartir sueños. El sueño de ellos es estar a mi lado en un escenario. Así se los cumplo. Están conmigo grandes artistas del undeground porteño como Mónica Cabrera, Pablo Palavecino, Mariela Acosta, Andrea Fiorino, Marcelo Keller, Meery Hernández, Teresa Murias, Matilde Campilongo y muchos otros.
-¿No te pasa lo de las otras divas, de tener roces?
-No pasa en el Anfitrión porque aquí hay una sola estrella.
-Perdoname, pero tenés fama de brava. Dicen que primero viene Nacha y después vos.
-Fíjate qué lindo suena: "Nacha y Concha". Vamos a hacer algo juntas. No tengo el gusto de conocerla, pero me ha llegado que me admira, así como yo a ella. No sé cómo nos llevaríamos.
-Me contaron una vez que si te tocan el turbante te volvés loca...
-Pero claro, fíjate... ¡Que me saquen un órgano, pero no me toquen el turbante!
-¿Tenés alguna anécdota? No sé... tal vez algún murciélago enredado en las pestañas...
-No he tenido problemas con murciélagos, pero se me viene a la cabeza el problema que tuve con las hermanas Rojo. ¿Conoces a Dolly Guzmán? Una estrella argentina, muy amiga mía. No está bien... Estábamos ensayando un espectáculo precioso en el Maipo, junto con las hermanas Rojo, producidas por Carlos A. Petit, con quien yo tenía un intenso romance. Aparecíamos las cuatro, desnudas, pintadas de dorado. Pero las hermanas conservaban un secreto. Ellas dejaban en su espalda un lunar sin pintura para que, por allí, la piel respire. En ese elenco estaba Miguel Jordán, que no nos deja mentir. Nunca nos revelaron el secreto a Dolly y a mí. Llegó la noche del debut. La pintura por aquel entonces era muy tóxica, no existía el body painting.
-¿Era pomada Cobra?
-No lo recuerdo. Pero era muy tóxica, por eso élla se dejaban libre el lunar. Se alzó el telón y, al contacto con las luces... Ay, Pablo... Parecíamos dos cachalotes con ataques de paludismo. Fue tremendo aquello. La pintura no sólo era tóxica, sino adictiva. Carlos A. Petit nos internó en una clínica de rehabilitación. Nos hemos encontrado con varias estrellas amigas allí.
-No las nombres, por favor.
-No, no voy a dar nombres. Era tal la adicción que nos escapábamos, nos desnudábamos, nos pintábamos de dorado y salíamos a correr por las calles de Buenos Aires. Y nos volvían a internar y volvíamos a recaer… Mi relación con Carlos A. de veras fue importante para mi rehabilitación, a Dolly le costó más… No ha quedado bien. Carlos A. no me ha dejado, eh... Lo he dejado yo, como siempre.
-Sé que competís con China Zorrilla en cuanto a los affaires con grandes estrellas...
-Bueno, no han sido Marlon Brando ni Al Pacino, pero sí celebridades como Charles Aznavour, Cacho Castaña, Ignacio Copani y Javier Bardem. Bueno, ya... hay nombres que no puedo revelarte.
-Se hablaba de Marcelito Marcote. ..
-Ya... Mi bello, mi pequeño. Lo he tenido en mi criadero, es cierto. Ha, ha, ha...
-¿Cuál es tu sueño, Concha?
-Fíjate, creo que con mis dos amigas Susana y Vero haríamos un éxito de taquilla por siglos.
-Sos una de las pocas divas sin operarse.
-Todo es natural. Voy a un spa de tanto en tanto, donde me refrescan sobre todo en el exterior. No hay cirugías.
-Pero seguro que tenés algún secreto. ¿No usás "plasticola" o algo así?
-Ya... Pero esto no va a salir en la nota, ¿no?
-Te prometo que no. Siempre confiá en la prensa.
-Hay una cinta quirúrgica. Ya, tú te tomas desde aquí, detrás de las orejas, hacia atrás y escondes todo aquello bajo el turbante. Eso te deja la piel lozana, descansada.
-Muy buen secreto. Me lo guardo para mí, no publico nada.
-Cuando te vea a tí con el turbante ya sé por qué es, Pablo.
-¿Qué opinás de Noralih Gago?
-Realmente es una niña adorable... ¡Y que sería de ella sin mí! Ha, ha, ha...
-Tenés un montón de fans.
-Leo en mi Libro de Rostro cada cosa que me escriben mis fans… Pero no respondo. Fíjate que no puedo con la longitud de mis uñas. Ellas han determinado mi vida. Ya... Todo lo que puedo hacer con estas uñas es fumar y tomar tragos.
-¿Cuántos fanáticos tenés?
-Ya... No soy fans… Tengo Facebook común como todo el mundo, están llegando a los 5 mil... No sé qué tendré que hacer luego porque creo que te permiten hasta 5 mil.
-Hasta tenés Twitter…
-Sí, pero está sólo en inglés, no entiendo.
-¿Cómo hacés para salir del hotel con todos los fans en la puerta?
-Acá tengo que usar un security personal, pero hoy le he dado el día libre. Cuando salgo del hotel, acá por Constitución, me abre camino y va repartiendo mis fotos autografiadas. Te confieso algo: no me gusta mucho que me toquen, ah.
-¿Querés darles un mensaje a tus fans?
-Quiero decirles que estén felices que ya estoy aquí. Ya me pueden ver en el teatro y se pueden comunicar con mi Llibro de Rostro. Y que soy feliz porque de veras...
- No llores, por favor.
-¿Sabes qué, Pablo? A pesar de ser una estrella internacional, soy una terrible sentimental. No sólo soy un cuerpo de muñeca Barbie superstar que vuelve locos a los hombres. También tengo corazón. Adoro a los argentinos. Por eso me pueden ver en Avellaneda, en Banfield, en Rosario, con mi limusina repartiendo recuerdos.
-Gracias, Concha.
-A tí, y ya sabes, yo no suelo recordar los rostros de los periodistas que me entrevistan, pero contigo haré una excepción.
-Me da mucho placer escuchar eso. Guardaré esta nota en mi corazón porque también soy sensible.
-Ay, ya mi tesoro.

http://www.youtube.com/watch?v=zBLcjrcdImM

DEL CABARET A LA TELEVISION
Falta muy poco para su regreso a la televisión. "Estoy en tratativas con un canal de aire para mi chow semanal. Allí presentaré artistas, estrellas nacionales e internacionales. ¿Pero sabes qué? Tendrá mucho humor. Allí estarán mis amigos del underground porteño. Estará saliendo luego del Mundial y de mis compromisos en Alemania. No puedo decirte qué canal, pero es el más público que hay".

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